Política y Cooperación Ambiental

Pekín. dpa. Por primera vez, China anunció hoy objetivos concretos para frenar, al menos, el fuerte aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.

De cara a la cumbre de Copenhague en diciembre, el gobierno chino aseguró que la liberación de dióxido de carbono en la atmósfera no crecerá tan fuertemente como el producto interior bruto (PIB).

Los gases expulsados por cada unidad de su PIB deberán ser reducidos entre un 40 y 45 por ciento hasta 2020, con respecto a los niveles de 2005, declaró el Consejo de Estado (gabinete) en Pekín.

China es hoy en día el mayor contaminador del mundo, con un quinto de las emisiones totales de dióxido de carbono.

La organización ecologista Greenpeace dio la bienvenida a los objetivos, pero, a la vista de la dimensión y de la urgencia de la crisis climática, pidió más. “China tiene que tomar medidas más enérgicas para luchar contra el cambio climático”, afirmó Ailun Yang, de la organización ecologista en el país asiático.

A pesar de una reducción de las emisiones de CO 2 , los niveles actuales de China seguirían creciendo, teniendo en cuenta que su ritmo de crecimiento económico es de un ocho por ciento.

Los expertos cuentan con que las emisiones de China, incluso con medidas de este tipo para proteger el clima, alcanzarán su punto más alto entre 2030 y 2040.

Después de una reunión del gabinete presidida por el jefe de gobierno, Wen Jibao, se anunciaron los objetivos como una “medida voluntaria”, basada en las condiciones nacionales, y “una importante contribución a los esfuerzos mundiales para luchar contra el cambio climático”.

En este sentido, Wen Jibao asistirá personalmente a la cumbre de Copenhague para expresar la postura china.

China preconizó esfuerzos conjuntos en la protección del clima “a través de una cooperación internacional pragmática y que dé resultados”, tal y como expresó un portavoz del Ministerio de Exteriores, que añadió después: “Esperamos alcanzar un acuerdo jurídico y razonable”.

Los objetivos anunciados podrían ser valorados como poco ambiciosos debido a que, en realidad, incluyen las medidas políticas energéticas realizadas hasta ahora, que tienden a mejorar la eficiencia, la ampliación de la producción de energía atómica y las energías renovables.

En el vigente plan quinquenal ya figuraba una reducción del consumo de energía del 20 por ciento, en función de la producción, entre 2006 y 2010. Según esto, China a finales del próximo año habría alcanzado casi la mitad de sus objetivos anunciados ahora para 2020.

Pero en los dos últimos años de dicho plan aparece un agujero del 9,6 por ciento, incluso habiendo confiado el gobierno en llegar al objetivo.

La ampliación planeada de producción de energía atómica, las energías renovables o la hidráulica favorecerán esos objetivos, en un contexto en el que la norma ya no es la eficiencia energética sino la cada vez mayor cantidad de CO 2 .

China es hoy en día el mayor productor de energía solar. La proporción de renovables en el consumo total de energía deberá subir, en función de estos objetivos, un 15 por ciento.

Ya que el crecimiento económico y la liberación de CO 2 van de la mano en China, Hu Angang, renombrado economista de la universidad Qinghua de Pekín, explicó que la economía china, habiendo crecido entre 2001 y 2008 un 10,2 por ciento anual, aumentó sus emisiones de gases aún más, en un 12,2 por ciento.

De este modo, las emisiones y otros costes ambientales se elevarán rápidamente mientras el crecimento económico se mantenga por encima del diez por ciento anual, por lo que el profesor reclamó un ritmo menor, de entre un siete y un ocho por ciento.

Fuente: La Nación, http://www.nacion.com/ln_ee/2009/noviembre/26/mundo2173437.html