Día Mundial de la Alimentación: Proponen un Banco Central de Cereal
Posted on 23:24 by Grettel Navas
En contra del hambre, un banco central del cereal para el mundo.
Cereal: alimento básico y objeto de especulación.
Lejos de reducirse, el hambre en el mundo aún afecta a casi mil millones de personas. En el Día Mundial de la Alimentación, se pide que un banco central del cereal luche contra la especulación con productos alimenticios.
Este sábado (16.10. 2010) es el Día Mundial de la Alimentación. Sin embargo, “no hay mucho que celebrar”, opina Joachim von Braun, director del Centro de Investigación para el Desarrollo de Bonn, Alemania. “Los mercados internacionales, de cuyo funcionamiento depende en gran parte la correcta alimentación del planeta, están irritados y tensos, y se han vuelto muy inestables”, dice. Eso hace aumentar la especulación con productos como el maíz y el trigo, y provoca que los precios suban. “Estas subidas apenas se notan en Europa, pero en los países en desarrollo significan hambre”, asegura von Braun.
Un banco central del cereal es la apuesta del director de la instancia germana. Una entidad dotada del conocimiento, el dinero y las reservas de cereales necesarios para actuar internacionalmente contra las fluctuaciones de los mercados.
Un organismo global para un problema global
El 60% de los asiáticos pasa hambre.
Desde 1981 existe el Día Mundial de la Alimentación, pero pasados 29 años, el objetivo de que todos los habitantes del planeta dispongan de comida suficiente no se ha logrado. Según la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), unos 925 millones de personas padecen hambre en todo el planeta, y cada seis segundos muere un niño de inanición.
Muchas veces son las actividades económicas en los países cuyos ciudadanos sí tienen suficiente que llevarse a la boca las que provocan las peores crisis alimentarias. Por eso pide von Braun que sea un organismo supranacional el encargado de asegurar que alimentos básicos como los cereales estén disponibles para el que debe ser su fin: dar de cometer a los seres humanos.
El 25% de los africanos pasa hambre.
De arroz, maíz y trigo tendría que estar dotado el banco central del cereal, pero también de recursos financieros “que le permitan actuar con dinero en el plano virtual, como hace cualquier otro banco central. Así funciona la economía moderna, procediendo con incentivos contra la especulación y no simplemente abriendo o cerrando una reserva física de cereales”, explica von Braun.
El G-20 estaría llamado a aportar el presupuesto para el funcionamiento de esta entidad, dice el alemán, ya que “es importante que países como China e India participen del proyecto, al poseer ambos las principales reservas de cereales del mundo y ser los mayores consumidores. Eso no significa que otros, como los europeos o Estados Unidos, no tengan que formar parte. Un mundo que está tan integrado globalmente necesita una institución global que se encargue del problema global de la alimentación”.
Cada seis segundos un niño muere de hambre en el mundo.
Según la FAO, el precio del trigo subió en septiembre entre un 60 y un 80 por ciento con respecto a principios del pasado julio y el del maíz un 40 por ciento, aunque los dos continúan por debajo de la marca en el dramático año de 2008. 2,24 millones de toneladas de cereales se calcula que habrá producido el planeta este 2010: la tercera mayor cosecha de la historia, que, aún así, no podrá evitar que un 60 por ciento de los asiáticos y un 25 por ciento de los africanos pasen hambre.
Von Braun valora como buenas las opciones de que un banco central del cereal sea una realidad en un futuro próximo. “La presión que ejercen los países en desarrollo, teniendo en cuenta el sufrimiento que padecen a consecuencia de la no reducción del hambre, obliga a buscar nuevas regulaciones e investigar otras vías”, indica, “lo que está claro es que así no pueden seguir las cosas”.
Cereal: alimento básico y objeto de especulación.
Lejos de reducirse, el hambre en el mundo aún afecta a casi mil millones de personas. En el Día Mundial de la Alimentación, se pide que un banco central del cereal luche contra la especulación con productos alimenticios.
Este sábado (16.10. 2010) es el Día Mundial de la Alimentación. Sin embargo, “no hay mucho que celebrar”, opina Joachim von Braun, director del Centro de Investigación para el Desarrollo de Bonn, Alemania. “Los mercados internacionales, de cuyo funcionamiento depende en gran parte la correcta alimentación del planeta, están irritados y tensos, y se han vuelto muy inestables”, dice. Eso hace aumentar la especulación con productos como el maíz y el trigo, y provoca que los precios suban. “Estas subidas apenas se notan en Europa, pero en los países en desarrollo significan hambre”, asegura von Braun.
Un banco central del cereal es la apuesta del director de la instancia germana. Una entidad dotada del conocimiento, el dinero y las reservas de cereales necesarios para actuar internacionalmente contra las fluctuaciones de los mercados.
Un organismo global para un problema global
El 60% de los asiáticos pasa hambre.
Desde 1981 existe el Día Mundial de la Alimentación, pero pasados 29 años, el objetivo de que todos los habitantes del planeta dispongan de comida suficiente no se ha logrado. Según la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), unos 925 millones de personas padecen hambre en todo el planeta, y cada seis segundos muere un niño de inanición.
Muchas veces son las actividades económicas en los países cuyos ciudadanos sí tienen suficiente que llevarse a la boca las que provocan las peores crisis alimentarias. Por eso pide von Braun que sea un organismo supranacional el encargado de asegurar que alimentos básicos como los cereales estén disponibles para el que debe ser su fin: dar de cometer a los seres humanos.
El 25% de los africanos pasa hambre.
De arroz, maíz y trigo tendría que estar dotado el banco central del cereal, pero también de recursos financieros “que le permitan actuar con dinero en el plano virtual, como hace cualquier otro banco central. Así funciona la economía moderna, procediendo con incentivos contra la especulación y no simplemente abriendo o cerrando una reserva física de cereales”, explica von Braun.
El G-20 estaría llamado a aportar el presupuesto para el funcionamiento de esta entidad, dice el alemán, ya que “es importante que países como China e India participen del proyecto, al poseer ambos las principales reservas de cereales del mundo y ser los mayores consumidores. Eso no significa que otros, como los europeos o Estados Unidos, no tengan que formar parte. Un mundo que está tan integrado globalmente necesita una institución global que se encargue del problema global de la alimentación”.
Cada seis segundos un niño muere de hambre en el mundo.
Según la FAO, el precio del trigo subió en septiembre entre un 60 y un 80 por ciento con respecto a principios del pasado julio y el del maíz un 40 por ciento, aunque los dos continúan por debajo de la marca en el dramático año de 2008. 2,24 millones de toneladas de cereales se calcula que habrá producido el planeta este 2010: la tercera mayor cosecha de la historia, que, aún así, no podrá evitar que un 60 por ciento de los asiáticos y un 25 por ciento de los africanos pasen hambre.
Von Braun valora como buenas las opciones de que un banco central del cereal sea una realidad en un futuro próximo. “La presión que ejercen los países en desarrollo, teniendo en cuenta el sufrimiento que padecen a consecuencia de la no reducción del hambre, obliga a buscar nuevas regulaciones e investigar otras vías”, indica, “lo que está claro es que así no pueden seguir las cosas”.
Autor: Nana Brink/ Luna Bolívar/ dpa
Editor: José Ospina Valencia
Fuente: Deutsche Welle
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